
La fiesta fue entonces una manifestación de la voluntad de los ambateños, que aceptando el precio propuesto por la naturaleza a la belleza y fecundidad concedida a estas tierras, se levantaron con fervor y entusiasmo en búsqueda de respuestas tangibles al daño sufrido. Pero también la celebración obedecía a un germen que había hecho una breve aparición unos pocos años atrás, cuando la inquietud de un hombre como Héctor Soria López, propusiera la organización de programas de tipo cultural y artístico, en el afán de atenuar en algo el desenfrenado juego de carnaval con agua, allá por la década de los cuarenta.
Esa inquietud y muchas ideas nacidas en diferentes círculos y agrupaciones de la ciudad, fueron recogidas por la Municipalidad; fundamentadas y ejecutadas por el Centro Agrícola Cantonal, institución que gracias a la calidad de sus miembros, disponía de una excepcional condición de trabajo como producto de la dinamia, altísima calidad intelectual y cívica de sus socios. El espíritu visionario de muchos de sus integrantes le convirtió en el eje de la organización de la primera fiesta, cuyos programas se cumplieron a partir del 17 de febrero de 1951.
La celebración se circunscribió principalmente a la presentación de una feria agrícola, pecuaria y de carácter industrial; que se desarrolló en locales adaptados en los que todavía se notaban los estragos del sismo que azotó a esta tierra apenas un año y medio atrás, y un desfile en el que participaron las autoridades de entonces y algunos colegios que se unieron a la celebración.
No cambió mucho en los años subsiguientes, pues estructuralmente se mantuvo en sus primeras ediciones como al principio, hasta que por una serie de desvinculaciones de importantes personajes del Centro Agrícola, su organización y celebración debió ser asumida en forma directa por la Municipalidad, bajo cuya responsabilidad permaneció hasta 1.962 cuando por su crecimiento se creó el Comité Permanente, que funcionaba como entidad regida por una Comisión Mixta, cuya vida jurídica y administrativa estaba constituida por una Ordenanza Sustitutiva, en la que participan el I. Municipio de Ambato y el H. Consejo Provincial de Tungurahua; se podría decir que con esta transformación, la fiesta comenzó a trascender fuera de los límites provinciales, proyectándose como un polo de desarrollo turístico, aun con la temporalidad de su duración.
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